Como
sabe todo buen aficionado al 7ª Arte, el cine sonoro debuta oficialmente con El cantor de jazz en octubre de 1927. La
cinta de Alan Crosland ha pasado a la historia como el primer largometraje
hablado comercializado, aunque es obvio que le precedieron otros trabajos a
nivel experimental. La transición del cine mudo al sonoro fue lenta y
dificultosa, tanto a nivel técnico como a nivel de aceptación social y
artística (es bien sabida la reticencia del gran Charles Chaplin a esta
modalidad, que detestaba). Además, durante estos años inmediatos al nacimiento
del sonoro abundaron las llamadas cintas «híbridas», que combinaban escenas
habladas con otras que mostraban los típicos rótulos del cine mudo.
A
nuestro país, las películas habladas comienzan a llegar muy tímidamente a
partir de 1929, siendo la primera sonora rodada en España El
misterio de la puerta del Sol (Fº Elías Riquelme, 1930), si bien más recientemente se descubrió
el cortometraje estadounidense From Far
Seville, protagonizado por Concha Piquer en 1923 y que parece ser la
primera cinta cinematográfica hablada en español.
Pero ¿cuál fue el primer cine sonoro de nuestro municipio? Rastreando las antiguas
ediciones del periódico Las Provincias
leemos que el Romeu ya estrenó Cuatro de infantería (Georg Wilhelm
Pabst, 1930) un 13 de diciembre de 1930. Sin embargo, en una edición de marzo
del siguiente año, el mismo periódico nos informa de que «[…] en este cine se
va a instalar el sonoro». ¿Es incorrecta la primera noticia? ¿O se trata quizá
de una proyección puntual con equipo alquilado? Con más certeza, y a principios
del mismo mes de marzo del 31, Las
Provincias adelanta que el Cine
Sagunto será pronto sonoro y, efectivamente, en breve nos confirman que el
día 18 se ha proyectado El Arca de Noé
(Michael Curiz, 1928) con gran asistencia de público.
Sabemos,
por otro lado, que el Cine Olimpia,
en el Puerto, se construyó directamente como sonoro a mediados del mismo año,
1931, y es de suponer que el Cendoya,
inaugurado casi a la vez, ya lo fuera, así como posiblemente el Victoria tras su reforma sobre esas fechas.
A partir de entonces, parece lógico que todos los cines posteriores de la
localidad dispusieran ya de sistema de sonido para sus proyecciones.